Me niego a pensar que tenemos todo escrito en esta vida y que
las decisiones que tomamos las tomamos porque está escrito que las tomemos. Sin
embargo hay veces que no puedo evitar pensar
-Esto ha sido cosa del destino
No sé, igual es como cuando digo:
-¡Dios mío!
Que no es más que una expresión aunque realmente no crea en
ella. No creo en Dios y por lo tanto que yo diga "¡Dios mío!" no es más que una
expresión sin más significado. Sin embargo (el segundo sin embargo en
poco más de tres líneas) no estoy segura de que sea lo mismo que con el
destino. Creo que me estoy liando.
Hoy he bajado en la hora del descanso a la calle. Mi primera
idea era la de bajar al parque a leer al sol sentada en un banco como llevo
haciendo toda la semana, pero en el último momento me he dicho que también podía
subir andando a Colombia para mirar una tienda de decoración y al final es lo
que he hecho. He dejado el libro en el trabajo y me he ido. Cuando ya volvía al
trabajo después de mi paseo me he
encontrado con un chico joven, de mi edad más o menos (tengo 31), quizás un poco
más joven, que me ha parado para preguntarme si podía comprar un litro de leche
para su hijo en la farmacia. La leche de continuación es cara y no ha
encontrado a nadie que se la comprara.
¿Cómo podía negarme si estoy viendo crecer a mi sobrino día
a día y la leche era para un niño dos meses más pequeño que él? Así pues hemos bajado juntos la calle hasta llegar a la farmacia sólo
para ver que estaba cerrada. Ya estábamos en mi barrio y le he propuesto ir a
la que conozco yo pero, aunque estaba abierta, no tenían la leche. En la
tercera farmacia por fin la hemos encontrado; él la ha cogido y yo la he
pagado.
El hijo de este chico tomará leche durante una semana
gracias a mí, pero ¿qué pasará la semana que viene? ¿Y la siguiente? Me alegro
de haber podido ayudarle pero me jode no poder ofrecerle más que lo que ha
costado la leche. A él, a su mujer y a su hijo. A mí ahora mismo me va bien,
tengo un trabajo, me acabo de comprar una casa (de la EMVS) y un coche (de
segunda mano) y por ahora puedo hacer frente a los pagos, pero sé que en el
caso de quedarme sin nada no tendría que recurrir a pedir en la calle. ¿Qué
situación estamos viviendo en España si una pareja de 30 años tiene que pedir
dinero en la calle? Yo sé que tendría la ayuda de mi familia y de varios amigos
y yo me pregunto, ¿este chico o su novia no tienen unos padres que cuiden de
ellos, unos hermanos que les ayuden de alguna manera o unos amigos que le
compren leche a su hijo? No sé, cada persona es un mundo y cada mundo tiene su
historia, pero a mí, que estoy siempre rodeada de mi familia y de amigos (de
los pocos y buenos, ya sabéis) me cuesta trabajo creer que alguien pueda llegar
a estar tan solo.
Y ahora me pregunto:
-¿Ha sido esto cosa del destino?
Pues no lo sé. Nunca lo sabré. El parque al que bajo a leer
cuando hace bueno está en la misma calle en la que me ha parado el chico pero
un poco más abajo así que es posible que hubiera pasado por allí en algún
momento. O no.
Ya no sé si creo en el destino o no, pero lo que sí sé es
que hay momentos en los que pienso que esta vida es una mierda. Espero que
ahora el destino me tenga preparado algo que me haga cambiar de idea.
Comentarios
Besotes!!!
El problema de este chico, es que aunque tú hayas podido ayudarle, habrá gente que le haya dicho que no porque, aunque no tengan que mendigar para comer, cualquier gasto extra puede suponer un problema. Al final, estamos todos más o menos igual, y lo único, los de siempre, que se engordan los bolsillo a nuestra costa.
Yo no pienso que esta vida sea una mierda, más bien que tenemos unos políticos que no nos merecemos, en el peor de los sentidos.
¡Un beso fuerte!
PD. Debemos trabajar muy cerca ;)
Lady Boheme, yo trabajo en Cuzco, la calle Alberto Alcocer.
Besos!!
Besotes