Hace tiempo guardé una frase que vi en Instagram y después la olvidé. Supongo que por eso la guardé, porque sabía que en algún momento querría reencontrarme con ella.
"Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios, sino los tiempos."
Chile. Es lo primero que me viene a la cabeza e, inmediatamente después, recuerdo que el otro día me emocioné al cantar a grito pelao la canción de Amaral donde se mencionan sus montañas. Muchas veces me han preguntado por qué no he vuelto a Chile, y la respuesta siempre ha sido la misma: porque creo que no sería lo mismo. Sería bueno, eso es seguro, pero no lo mismo. Todavía no estoy preparada. A pesar de que dejé allí personas maravillosas a las que me encantaría volver a abrazar. En Chile quedó una vida distinta, pero a la vez no tan diferente de la que tengo aquí, y sin embargo la sigo echando de menos.
Chile aparece en el momento menos pensado en una frase o en una canción y se vuelve a marchar por donde ha venido, dejándome sola con mis recuerdos. Con su manera de hablar en la cabeza. Con su manera de acogerme. Y con su manera de hacerme sentir.
Así que sí, definitivamente no puedo sino dar la razón a la frase que he puesto un poco más arriba y que ahora ya me costará volver a olvidar. Lo importante de los sitios no es el sitio en sí, sino la gente. Las experiencias que te regala. Los latidos que se comparten.
Por cierto, no estoy muy segura de quién es el autor de la frase, se la adjudican a Jorge Luis Borges, pero también he leído que lo que Borges hizo fue mencionar una frase de Marcel Proust... Sea como fuere, ahora también es un poquito mía. Y vuestra, si así lo sentís.
Comentarios
Besotes!!!
Una maravilla lo que escribes y sientes
abrazo desde Miami
Abrazo!!