Peregrino vs turista

En uno de los albergues del Camino de Santiago, concretamente en el de Belorado, me encontré con este cartel.


Seguramente el mensaje tenga mucho sentido para alguien que ha realizado alguna peregrinación y muy poco o ninguno para los que no la han realizado, pero lo cierto es que no pude estar más de acuerdo con el mensaje cuando lo leí en la "recepción" del albergue.

Posiblemente una de las peores noches que he pasado en mi vida fue en Santo Domingo de la Calzada cuando llegamos demasiado tarde al abergue y ya no quedaban ni albergues, ni hostales, ni pensiones, ni nada que se le pareciera. Ni siquiera nos ofrecieron unos colchones en el suelo dentro del albergue (juro que habría dado cualquier cosa por algo así) Al final dos de mis amigos y yo acabamos en la casa de una señora que se aprovecha de la gente que, como nosotros esa noche, se queda tirada sin un techo bajo el que cobijarse. Nos cobró un pastón para lo que nos ofrecía, pero sin embargo no tuvimos reparos en pagarle lo que nos pedía por dormir a cubierto. Que luego la noche fuera una mierda supongo que no fue culpa de la señora (rara donde las haya, por cierto), pero el caso es que cogimos lo único que nos ofrecieron; así que, después de pensar que íbamos a dormir en la calle, nos pareció una maravilla cuando lo aceptamos.

Hace dos semanas estaba de vacaciones en París. La primera noche que dormimos en el apartamento que habíamos cogido me acordé del cartel de Belorado <<Tengo que escribir un post con esa foto>> -pensé.

Decir que las camas no eran cómodas es ser demasiado amable. Las camas, una sobre todo, eran una auténtica mierda (y que perdonen las mierdas). De hecho, tuvimos que turnarnos para dormir en ella todos los que íbamos para que dos no llegasen a Madrid con el cuello torcido como el burro de Shrek al final de la primera película.
Sin embargo no pude evitar pensar que si durante el Camino de Santiago me hubieran ofrecido esa cama para dormir una noche no le habría encontrado ningún problema. ¿A qué se debe esto? y sobre todo...¿A qué viene todo esto que estoy contando? Supongo que es simplemente porque cuando estás caminando vas predispuesto a dormir mal. De hecho, sabes que vas a dormir mal casi todos los días; sin embargo cuando alquilas un apartamento en París lo último que esperas es encontrarte una cama como la que nos encontramos la primera noche. De verdad que nos pareció una broma de mal gusto cuando la vimos.
También el dinero influye, por supuesto. No tiene nada que ver el dinero que gastas cuando vas de peregrino y el que gastas cuando vas de turista. Y como se supone que cuanto más caro, más cómodo, pues jode saber que has pagado por una mierda.

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