No sé si lo he comentado ya alguna vez, pero yo soy una persona a la que no le importa estar a solas conmigo misma. Hay gente que no sabe estar sola y hay gente que no sabe estar con gente. Pero ojo, no es lo mismo no saber, que no querer o no poder. A mí por supuesto que me gusta estar con mis amigos, con mi familia o con extraños llegado el caso, pero también es verdad que cuando paso mucho tiempo rodeada de gente noto que necesito mi espacio y evadirme de todo y de todos.
Durante mucho tiempo pensé que todo esto me ocurría porque estaba acostumbrada a estar sola. Pero ahora me he dado cuenta de que no hay nada más lejos de la realidad. Más bien tendría que decir que me he acostumbrado a pasar tiempo sola porque me gusta pasar tiempo sola. No al contrario.
Como dije en el último post de mi blog Once_upon_a_time... siempre he tenido la cabeza llena de pájaros. Me inventaba -y me sigo inventando- mil historias en mi cabeza que me ayudaban a transportarme a otros lugares, si bien no en cuerpo, por lo menos en espíritu. Cuando vi el lugar donde tomé la foto de arriba tuve claro que había encontrado el pequeño paraiso espiritual -por llamarlo de alguna manera- al que me gustaría ir siempre que me apeteciera estar sola. Un lugar donde parece que el tiempo no corre desde hace mucho y donde parece que todo puede ser posible. Muchas veces he pensado en lugares con lagos cerca como un lugar perfecto para perderse y, aunque lo diga con la boca chica porque me encanta la ciudad, me gustaría en algún momento de mi vida poder decirle a la gente que si quieren encontrarme tendrán que buscarme en un sitio muy lejano, cerca de un lago con un embarcadero y donde el tiempo se hubiera detenido mucho, mucho tiempo atrás.
Comentarios
Me acabo de dar cuenta de que tengo comentarios de una princesa y de una emperatriz :-)
Buena tierra has elegido como paraíso :D
Carlos, no sé si conoces Irlanda o Escocia. Yo me enamoré hace años de Edimburgo y de toda la tierra que rodea la ciudad. Irlanda se parece mucho...