Estoy de domingo

Hace días que quiero sentarme a escribir un post, pero todas las ideas buenas que se me ocurren se me olvidan cuando llego a casa y me siento delante del ordenador.

Hoy, pensando en esos temas que tengo pendientes, me he dado cuenta de que no me apetece escribir sobre ellos ahora. Hoy lo que me apetece es escribir sobre nada en concreto; sobre lo primero que se me venga a la cabeza.

El problema es que no me viene nada.

Será que mis neuronas están de domingo.

Porque claro me pongo a pensar en los temas que tenía pensados y, egoístamente, prefiero no tocarlos para no ponerme triste, y para evitar pensar en situaciones como la muerte (y la vida si lo miramos desde el lado un poco más optimista) o problemas sociales como es el bullying (acoso escolar).

Prefiero pensar en cosas más alegres como mis próximas vacaciones en Egipto y todo lo que voy a ver por allí, o en el día que pasamos ayer por el centro de Madrid solo porque mi hermana vio que hacía buen día. Sí, creo que me decantaré por esta última historia.

Para la gente que no me conozca recién levantada, creo que es importante que sepa que puedo ser bastante borde si alguien interrumpe mi desayuno. Me gusta desayunar sola y si hay gente prefiero que no me hable. No quiero conversaciones a esas horas de la mañana. Siempre puede haber excepciones, claro, y algún día puedo levantarme de buen humor, pero por lo general cuando estoy en casa me gusta que sea así. Ayer, cuando estaba a punto de desayunar (completamente sola), me llegó un sms de mi hermana mayor: Stas despierta? Aquí he de decir que la culpa fue mía por coger el teléfono en ese momento y llamarla para ver qué quería. Cogí el teléfono y le dije, con esa amabilidad que me caracteriza por las mañanas:

-¿Es importante? Porque estoy a punto de desayunar.
-No, sólo que he visto que hace muy buen día y que podíamos ir de tapas por el centro para comer.

Un minuto después ya estabamos tramando quien llamaba a quien de nuestros amigos para quedar todos juntos. (Emperatriz, ¡¡te debo unas cañas en el barrio!!)

Quedamos sobre las 14:20 en el centro y comenzamos nuestro particular tour del tinto de verano con limón, el cual, todo sea dicho de paso, cogimos con ganas, así que no es dificil adivinar que tres bares después estábamos casi cantando el Asturias patria querida abrazadas unas a otras (no estamos muy acostumbradas a beber) mientras mis cuñados nos miraban con cara de no se las puede sacar de casa. Sobre las 18:00 de la tarde nos sentamos en la Plaza de Oriente para tomar un heladito y cuando parecía que la tarde estaba muriendo mi cuñado le dijo a mi hermana pequeña:

-Deberíamos irnos ya si queremos ir al Factory.
-Ah! vale, pues vamos todo al factory-. dijo mi hermana mayor.

Sin saber muy bien cómo, nos encontramos los seis metidos en el cercanías, camino de casa de mi hermana para coger el coche e ir de compras a Getafe. Después de las compras estábamos todos deseando llegar a nuestras respectivas casas, pero mi hermana mayor (supongo que ya todo el mundo ha entendido que mi hermana mayor, también llamada Sandra, es una lianta de mucho cuidado) nos invitó a quedarnos en su casa a cenar. Nos obligó a jugar al Súper Mario en la Wii antes y después de cenar y luego nos puso unas fotos mientras nos tomábamos unas copas.

Cuando nos despedimos le dije:

-Hazte a la idea de que mañana no tienes hermana o de que va a estar todo el día durmiendo, como prefieras. Pero ¡¡no me llames!!

Ahora, cuando llame, a ver si me acuerdo de darle las gracias por el día de ayer.

¡Feliz domingo a todos!

Comentarios

jevy ha dicho que…
Un sabado bien aprovechado!!:-) me encanta la plaza de oriente, es de mis zonas preferidas de madrid!