Ayer vi una noticia que me dejó anonadada sobre las injusticias que se están viviendo en Haití. Supongo que es sólo una más de tantas, pero el caso es que el mejor hospital de Haití, el de los Sagrados Corazones creo que dijeron que se llamaba, permanece cerrado porque el dueño se arruinó unos meses después del terremoto y, entre Gobierno, ONGs, ONU y no sé qué más entidades, no han llegado a un acuerdo de cómo mantenerlo abierto. Se trata de un hospital con todo tipo de facilidades (para tratarse de un país como Haití quiero decir) donde mucha gente podría ser atendida a diario pero que está cerrado a cal y canto y acumulando polvo en las esquinas, los aparatos médicos y en las camillas. No es justo que esto ocurra así. Que la gente que podría poner remedio a esta situación mire para otro lado. Yo soy de las que opina que querer es poder, y aquí hay mucha gente que no quiere.
Según las cifras del telediario sólo un 5% de los escombros se han retirado, y la gente sigue (mal)viviendo en campamentos.
En fin, que podía seguir hablando y hablando de Haití, pero creo que ya está todo dicho.
Hoy hace un año del terremoto.
Comentarios
No sé si será del todo cierto pero a mi me asustó.
Carlos