Vacaciones... de soltera

Hace tiempo que vengo pensando que, sin quererlo, estoy cambiando mi manera de escribir en el blog. No sé si es algo bueno o malo, pero desde luego yo prefiero el estilo que tenía antes. Hace un rato le he dicho a mi hermana Sandra que iba a ponerme con el blog y ella me ha dicho:
-Eso, que hace tiempo que no escribes nada.
-Pero si escribí el 14 de febrero y... el otro día otra vez.
-Yaaa, pero era muy corto.

Hemos colgado y me he quedado pensando... quizás lo que pasa es que antes contaba una historia, deteniéndome en los detalles aunque no tuvieran importancia, alargándola y creando sensación de que realmente era más de lo que era. Realmente no lo sé, pero lo que sí sé es que no sólo yo me he dado cuenta del cambio que mencionaba al principio. No sé si el post que voy a escribir hoy será lo que Sandra esperaba, pero por ahora me vale con haberme dado cuenta de que hay que cambiar. Necesitaré algunos post de transición para conseguirlo. O eso creo.

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Hoy he visto una película que sólo había visto una vez y que recordaba que me había gustado. La compré hace unos meses y aún no la había visto, así que he aprovechado que me quedaba sola en casa para ponerla.

La película se llama the Holiday (vacaciones) y está protagonizada por Kate Winslet y Cameron Diaz. Trata de dos chicas que quieren poner tierra de por medio para olvidar a sus respectivos amores y deciden intercambiar sus casas por dos semanas. Una vive en L.A. y tiene una casa de súper lujo y la otra vive en un pueblo a las afueras de Londres en una acogedora casita de campo.

Viendo la película no he podido evitar recordar que yo también soy soltera y que quizás no me vendría mal hacer algo parecido a lo que hacen ellas; dejar sus vidas atrás unas semanas para estar ellas solas y poder dejar de pensar un tiempo en esas personas que las traen de cabeza. No espero encontrar al amor de mi vida en una escapada de esas, pero viajar sola es algo que siempre he querido hacer y, ya que hasta ahora no ha aparecido ese amor que mencionaba hace un momento, tengo vía libre para hacerlo sin tener que rendirle cuentas a nadie. Seguro que el día que me eche novio me resultará más difícil.

Por cierto, según Cameron Díaz en la película, el estrés, las ojeras y el estar estupenda está todo relacionado. Yo aún no he llegado a los 35 así que por ahora no me preocupo de todas esas cosas, pero será mejor si no me despisto...

-El estrés agudo hace que las mujeres envejezcan prematuramente porque el estrés hace que el ADN de las células se reduzca hasta no poder reproducirse, y por eso tenemos ojeras. En cambio a los hombres no les pasa.
-Lo siento... (esto lo dice un chico que está en la conversación)
-¿Y recordais lo que decían de que una soltera mayor de 35 años tiene más posibilidades de morir en un atentado que de casarse? Eso ya es horrible, pero ahora nuestra generación tampoco se está casando, y para colmo el terrorismo forma parte de nuestras vidas... y todo ese estrés se refleja en nuestro rostro y parecemos ojerosas... mientras que Izan sigue tan guapo como siempre y se tira a su recepcionista.

Sin embargo, aunque esta parte que acabo de escribir me ha hecho gracia por lo de las estadísticas, he de decir que me ha gustado más la siguiente frase que le dice un guionista de Hollywood retirado a Kate Winslet:

-Iris, en las películas están las protagonistas y las amigas de la chica. Tú, te lo aseguro, eres una protagonista, pero no sé porqué actúas como la amiga de la chica.

Yo no sé cómo actúo y para nada me quiero comparar con una película, pero eso es algo que he pensado más de una vez: yo perfectamente podría ser la protagonista de una película. De mi película. Sí, sería una catástrofe seguramente, pero podría. Por el momento soy la protagonista de mi propia vida, que no es poco. Ya veremos qué ocurre cuando me toque compartir cartel con otra persona. Espero que el haber sido la protagonista indiscutible durante tanto tiempo no se me haya subido a la cabeza para entonces.

Mientras veía la película esta tarde, tirada en el sillón del salón, tapada con una manta y con un capuccino caliente en las manos, me he preguntado porqué no la había visto más veces. Recordaba que me había gustado, pero no el porqué. Ahora tampoco sé muy bien cual es ese porqué, pero creo que es porque me siento identificada con ellas. Sí, con las dos. Con la chica rica de la mansión en Los Angeles y con la chica de clase media de Londres. Con la que tiene su propia empresa y con la que trabaja en un periodico local. Con la que dejó a su novio y con la que fue abandonada por el amor de su vida. A priori no tienen nada en común, pero no hay que olvidar que las dos son mujeres que buscan algo que el dinero no puede comprar, por lo que al final del todo se podría decir que son dos mujeres iguales, solo que tienen cosas materiales distintas que las diferencia.

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Sandra, espero que hayas llegado hasta el final. Yo, por mi parte, tenía ganas de sentarme y dedicarle al blog el tiempo que le he dedicado a este post.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me ha gustado mucho este post,

Besos , Sandra
Narayani ha dicho que…
Es lo mínimo :-p

Me alegro de que te haya gustado.

Besooooos
Carlos ha dicho que…
A mi también me ha gustado (el post, no la película), de hecho esa película la pusieron dos o tres veces en el trayecto en autobús Andorra-Barcelona. Esa y "Como Dios", "Sigo como Dios" y cosas así...

Ahora que no me lee nadie, a mi las vacaciones de soltero me parecen las mejores, vas a tu aire sin rendir cuentas como dices, y yo al menos disfruté mucho más (y no tuve ninguna fiesta salvaje ni nada de eso que hacen los Erasmus) ...



Carlos
Narayani ha dicho que…
Jajaja, yo a estas alturas tampoco busco fiestas salvajes, jeje. Don't worry que tu comentario está a salvo conmigo ;-)

Besos