TANZANIA vs GALICIA

Últimamente le he dedicado tanto tiempo al blog de libros (al mío y a los de los demás) que he convertido éste en un blog de viajes. Primero Roma y ahora Tanzania; parece que no sepa hablar de otra cosa, ¿verdad? Por eso hoy, justo un día antes de marcharme, quiero hablar de otro viaje, pero esta vez no de uno mío, no. Voy a hablaros del viaje que no he hecho.

Llevo años viajando con mis dos hermanas y sus chicos, y este 2011, por un motivo más que justificado (voy a ser tía a mitad de octubre) no nos hemos conseguido poner todos de acuerdo, de modo que cada uno ha tirado hacia un lado. Ahora mismo están los cuatro en Galicia, en el pueblo en el que veraneábamos todos los años con papá y mamá cuando éramos pequeñas. Bueno, los cuatro o los cinco, porque el pequeño Iker ya cuenta aunque no haya nacido aún. Todos los días sé algo de ellos. Si no hablamos, papá y mamá me cuentan lo que han hablado con ellos, y si hablamos pues podemos tirarnos minuto tras minuto contándonos nada concreto. Me cuentan chorradas que quizás sólo a ellas y a mí nos hacen gracia y nos partimos de risa imginando o recordando situaciones. El otro día se fueron a comer una mariscada, por ejemplo, y pensé que me habría encantado estar allí con ellos, sentados en la misma mesa y riéndonos por nada, o por todo, como queráis verlo. Pero no, me conformé con escucharlo a lo lejos. Y eso sin gustarme el marisco, ¿eh?

Este año he decidido marcharme a Tanzania y aún no sé muy bien porqué. Es un pedazo de viaje, que puedo permitirme porque no tengo ningún gasto importante a lo largo del año. Estoy segura de que lo voy a pasar genial (llegue o no llegue al techo de África), pero sin embargo me encuentro con que tengo morriña. En unas horas voy a estar camino de Tanzania y sin embargo me encantaría estar en Galicia comiendo pulpo y pasando frío en la orilla de la playa.

Ahora, también es verdad que en cuanto me ponga a meter las cosas en la mochila (ya no puedo demorarlo más) esa sensación irá desapareciendo para dejar paso a los nervios (que aún no he tenido y que imagino que no tardarán en aparecer)

Ya no hay cuenta atrás... Estoy a menos de 24 horas... Más concretamente a

23 horas

Comentarios