Tanzania - Día 1

26 de agosto de 2011

A pesar de haber tenido varios días para preparar la mochila me encuentro a pocas horas de embarcar con todo más o menos listo pero sin saber cómo meterlo en la mochila. Me paso toda la mañana haciendo prueba tras prueba hasta que al final, con ayuda de mi padre, consigo dejar todo más o menos atado.

La ropa de frío, por si se nos pierde la maleta (cosa bastante probable), la llevamos en el equipaje de mano. El abrigo, los guantes, un polar, camiseta y pantalón térmico y algo de ropa interior viajarán conmigo todo el tiempo. Por su puesto mi libro, mi cuaderno y mi documentación también.

Después de comer vamos mis padres y yo a buscar a Santi a su casa. Nos despedimos de sus padres y, poco después, de los míos en el aeropuerto. Los cuatro están preocupados y deseando que volvamos a casa.

Nos encontramos con Sarah en el aeropuerto a la hora prevista. Sarah es compañera de trabajo de Santi. Yo la conozco de un par de veces nada más, pero por lo menos la conozco porque a Sofía, la otra compañera de viaje, no la he visto en la vida. Sofía es amiga de Sarah y vive en Londres, así que no la veremos hasta que bajemos del primer avión.

El primer vuelo sale según la hora prevista y transcurre sin mayor problema. Cuando llegamos a Londres Sarah queda con Sofía enfrente de la tienda Tiffany. Santi ha olvidado coger un libro y nos vamos a una librería para buscar uno mientras Sarah se queda esperando a Sofía, cuando volvemos (sin libro) Sofía ya ha llegado. Nos presentamos.

Sofía, Sarah y Santi se vuelven a marchar a la librería, a ver si ahora tienen más suerte, mientras yo me quedo guardando todos los equipajes. Vuelven con un libro cada uno y con algunas chocolatinas. Vamos a la puerta de embarque para coger el segundo avión. Esta vez volamos con Ethiopian Airlines.

En la puerta de embarque se ponen bastante pejigueros con el tema de las maletas y Sarah, Sofía y Santi, que llevan exceso de peso en sus mochilas de mano se ponen un montón de ropa encima. Un abrigo, una sudadera en la cintura... Cualquier cosa es buena para que la maleta baje de peso.

En un principio teníamos asientos separados pero al final Sarah ha conseguido que estemos todos cerca. Santi y yo nos quedamos con los asientos de ventanilla y Sarah y Sofía en los que están a mi derecha.

Llevamos un buen rato sentados en el avión esperando a que despegue. Hay una señora montando un pollo increíble a una azafata, pero no me entero muy bien del motivo. La señora está muy enfadada. En el avión hay más negros que blancos, cada uno habla un idioma distinto y yo tengo la sensación de estar ya en África, pero no. En un momento dado me doy cuenta de que sigo en Londres y se me hace muy raro.

Por fin despegamos. Es noche cerrada en Londres y parece que sea de madrugada. Al poco rato nos dan la cena con un plato caliente, algo parecido a una ensalada, pan, mantequilla y un postre. Después de la cena nos apagan las luces para que nos echemos a dormir (¡como si fuera tan fácil!) Unos lo consiguen más, y más rápido, que otros. Yo no tengo mucha facilidad para dormir en los viajes, pero alguna cabezada sí que doy. Antes de que amanezca encienden las luces y pasan con un carro con el desayuno. Un bollo y un café o té.

A mí el café nunca me ha gustado, pero en el viaje a Egipto me aficioné a él (sólo durante el viaje, luego no he vuelto a beberlo hasta el viaje de Roma y ahora en el de Tanzania)

Llegamos a Addis Abeba (Etiopía) por la mañana pero no es, para nada, el final del viaje. Aún nos queda coger un último avión con dos paradas. Una en Mombasa (Kenya) y la definitiva en el aeropuerto del Kilimanjaro (Tanzania)

Este primer día no hice fotos así que no he podido subir ninguna. Los demás días sí habrá reportaje gráfico.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estamos deseando de ver la segundea parte...
Besos,
Potter, Iker y Sandri
la emperatriz de lavapiés ha dicho que…
¡Espero con ganas la ascensión al kilimanjaro!