Una manzana

Después de tanto tiempo escribiendo sobre viajes no sé muy bien cómo empezar este post. El caso es que hoy me han entrado ganas de contaros una historia aunque quizás la encontréis una historia tonta. Sin embargo hoy, como os decía, me han entrado ganas de contarla.

Cuando hace unos años comencé a trabajar en la agencia de marketing directo no tenía ni idea de muchas cosas. De demasiadas incluso. El primer día recuerdo estar hablando con el jefe (un hombre chulo y prepotente como he conocido pocos) en una de las salas de la oficina. Aún no sabía qué hacer conmigo. No sabía para qué podía serle útil en la agencia así que decidió asignarme un sitio y dejar que pasaran los días a ver qué se le ocurría. Lo único que tenía claro era que me iba a asignar un Mac. Me preguntó si tenía problema en usarlo y yo le dije que no, pero realmente no tenía ni idea de lo que era. Si había oído hablar de apple y de sus ordenadores había sido de refilón, pero eso no me servía para decir que sabía manejarlo. Nunca había visto uno y mucho menos trabajado con uno. "Todo está al revés aquí" recuerdo que pensé.

Comencé a trastear con mi "nuevo" ordenador (lo pongo entre comillas porque tenía ya unos añitos) y al poco tiempo empecé a considerar que mi nivel pasaba de "usuario" a "casi experto". Ya os digo que nada de eso, ¿eh? Mi nivel es el que es con cualquier ordenador, pero sí que sentía una gran afinidad con ese ordenador que nunca daba problemas y que tenía millones de aplicaciones entretenidas. Me enganché al Mac hasta el punto de sentirme rara con el que tenía en casa. Era como si le faltara algo al mío.

Por la misma época empecé a ver a la gente con los Ipods por la calle. En mi oficina había varios. Mi jefe, ese hombre chulo y prepotente, era un gran aficionado a Apple. Lo tenía todo de esta marca (hasta le compró un vibrador a su mujer que se enchufaba al Ipod y vibraba a la velocidad de la música que sonaba. (Esto juro que es verdad porque lo he visto con mis propios ojos) Después nos compró ordenadores nuevos. Los mini mac. Me encantaban. Ya estaba enamorada de Apple. Sin embargo no soy una persona que se mueva mucho por modas o por marcas, así que a pesar de que el Ipod era lo mejor para escuchar música, yo no lo compré, igual que tampoco llegué a comprarme nunca un portátil. Pero eso no quita que me "enamorase" del ordenador.

Esta mañana cuando he llegado a la oficina me he enterado de la muerte de Steve Jobs y me ha dado mucha pena, pero la verdad es que no sabría decir porqué. No le conocía de nada, no he seguido su carrera y creo que como mucho le habré visto 5 ó 6 veces entre noticias de televisión y las presentaciones de Apple (que no he visto más que en noticias o en algún vídeo). Pero me caía bien. Me parece que era un hombre muy inteligente. Por lo que dicen también era una bellísima persona, aunque siempre se dice lo mismo de las personas que mueren de manera repentina o a una edad temprana.

Hoy la página web de apple se ha vestido de homenaje con una foto suya y dos fechas que a mi me parece que están demasiado juntas en el tiempo. Después de eso unas pocas palabras hablando de Steve Jobs como persona y como profesional. Me ha parecido un gesto bonito, emotivo y sencillo. En fin, que me ha dado pena por él y por todas las personas víctimas de esta enfermedad. Quien más quien menos tiene un amigo, familiar o conocido que ha sufrido un cáncer. Todos sabemos lo terrible que es, así que no es necesario que me entretenga más.




De todas las cosas que se han dicho hoy me quedo con una frase de Steven Spilberg:

Puso el mundo en nuestras manos.

No se puede decir más con menos...

Comentarios

Silvia ha dicho que…
Bonita entrada vinculando tus propias vivencias con la marca. Me ha gustado mucho la frase de Spielberg, pero también me ha gustado mucho una frase tuya: "dos fechas que a mi me parece que están demasiado juntas en el tiempo".
Besitos,
Narayani ha dicho que…
Gracias Silvia, los dramas me inspiran frases así. Qué le vamos a hacer :-)

Si tienes un rato tienes que ver este vídeo http://www.youtube.com/watch?v=ykUyVFkizfQ

Un beso!
la emperatriz de lavapiés ha dicho que…
Todavía me acuerdo de la primera vez que vi un i-pod. Fue en un anuncio en una marquesina, y pensé que un aparato tan caro nunca tendría éxito. Menos mal que hubo un steve jobs en el mundo, compensa las personas cortas de mira como yo.
Javi ha dicho que…
Descanse en iPaz
Narayani ha dicho que…
Yo también pensaba que el dvd no tendría futuro y ahora no puedo vivir sin él. Si, ya sé que ahora todo el mundo tiene Blue-Ray de ese, pero es que eso no tiene futuro... :-) Emperatriz, yo soy como tú :-)

Javi, amén ;-)