¡Cómo me indignan algunas historias!
Ayer volvía por la noche a mi casa en el coche con mi amiga Cristina (Lakristy para nosotros) y cuando estábamos llegando al parking me dijo:
-Uy, mira, si está todo lleno de policía y ambulancias. Mejor aparca arriba.
Y lo intenté, pero no me gustaban mucho los sitios que quedaban libres y bajé a nuestro aparcamiento a buscar un sitio en la puerta de casa. Cuando llegamos a la entrada la ambulancia ya no estaba, pero había varias motos y un coche de policía. Los policías se apartaron para dejarme pasar pero hubo una señora que se quedó parada delante de mi coche unos segundos más. Una señora con un bebé en brazos. Al final uno de los agentes la cogió del codo para sacarla del camino. Yo seguí mi camino, aparqué y le pregunté a mi padre, que estaba en la calle, qué había pasado.
Pues bien, yo no lo vi, pero parece ser que en el coche de policía había un hombre esposado acusado de pegar a su mujer, que era la señora del bebé que no se quitó en un primer momento de delante de mi coche. La ambulancia ya se había marchado porque no pudo hacer su trabajo. Y la policía seguía dando vueltas por allí mientras la mujer iba y venía a su casa. Os cuento:
Parece ser que el hombre pegó a la mujer. Un vecino escuchó los golpes y llamó a la policía. La mujer describió las heridas que tenía pero no quiso entrar en la ambulancia para que la examinaran con lo cual lo único que tiene la policía es la palabra de uno contra la del otro. Es decir, ni una sola prueba de que ocurriera lo que escuchó el vecino.
Mientras tanto vi como la hija mayor jugaba con el bebé como si no pasara nada (bajo mi punto de vista tiene una edad suficiente como para estar asustada por lo que estaba pasando) Me dio la triste sensación de que estaba acostumbradisima a que hubiera broncas en su casa.
Nunca me he visto en una situación así y no sé cómo reaccionaría ante un hombre que me levantara la mano, pero me cuesta creer que mi reacción tuviera que ver con la de la mujer de anoche. Y eso me indigna. Me indigna mucho. Saber que hay hombres que atemorizan tanto a mujeres como para que éstas no se atrevan a hacerles frente. Me indigna también saber que hay mujeres a las que se les ofrece ayuda y no quieren aceptarla. Y sobre todo me indigna que una niña vea normal una situación como la que os he contado en este post.
Comentarios
Pero hablo desde el desconocimiento. No quisiera que nadie que conozco se viera en esa situación.
Gracias por tu reflexión y por contárnosla. ¡Un abrazo!
Ya, la verdad es que sí, que no sabemos qué pasa por la cabeza de ninguno cuando pasan estas cosas. Entiendo que el miedo pueda ser terrible pero... aguantar algo así??
La de historias tristes que se quedarán sin contar...
Besos!
Quizás la clave está en esa niña que ya podría denunciar, pero si esa es la vida a la que está ya acostumbrada... Quizás ni comprenda qué tiene que denunciar. Una pena...
Besotes!!!
Un beso!
Es una pena todo esto, que haya cobardes que peguen a sus mujeres y que las mujeres sean incapaces de abandonarles.
Un abrazo.
Me indigno muchísimo con estas cosas, es superior a mí
Besos
Besos y abrazos!