De cómo la lié de madrugada

Pues resulta que un día que mis padres no estaban mi hermana pequeña y su novio se quedaron a dormir en casa. Ellos dormían en la habitación de mis padres y yo en la mía, claro. Era verano y la ventana estaba abierta. Recuerdo que estaba soñando pero no recuerdo qué, pero lo que sí que recuerdo fue que, de repente, empezó a oler a quemado en el sueño y eso de que haya olores en los sueños no es muy real para mí, así que me desperté de golpe con la certeza de que olía (y mucho) a quemado. 

Quizás soy una alarmista, no lo sé, pero el caso es que olía demasiado fuerte como para estar lejos el fuego. Olía como si el incendio estuviera en mi propia casa. Me levanté corriendo y miré por la ventana. El barrio estaba en completa calma. Era de noche pero el día empezaba a clarear. Salí de mi habitación y repasé, habitación por habitación, enchufes y ventanas, por si veía algo o sentía más fuerte el olor, pero nada, al asomarme por las ventanas de toda la casa no había olor a humo pero al ir de una habitación a otra, sí. 

Como después de un rato no encontré nada y en la calle no había ni un ruido, ni un coche de bomberos, ni un vecino gritando ¡FUEGO!  decidí que lo mejor era ir a despertar a mi hermana y mi cuñado e ir a buscar el fuego. Que oye, el olor estaba ahí y desde luego tenía que venir de algún lado. Llamé con cuidado a la puerta hasta que se despertaron (no fuera a ser que se sobresaltaran) y les dije lo que pasaba. 

-Vamos a la calle a ver qué ha pasado. No sea que el fuego esté en el edificio, nos acostemos y luego no nos de tiempo a salir...

A lo que Javi contestó algo así como que si estaba de coña. Pues no, no estaba de coña, y cinco minutos y nueve pisos por la escalera más tarde pudo comprobar que era verdad. No estaba bromeando. 

¿Y por qué por la escalera? Pues porque todo el mundo sabe que no se tiene que usar el ascensor en caso de incendio. Me parto. Total, que cuando llegamos a la calle Javi nos hizo saber que, con los "nervios" y las "prisas" por salir del "incendio", había podido coger todas sus cosas de valor, esto es, su PSP. Os podéis imaginar que desde entonces tenemos un cachondeo importante con esto y cada vez que sale el tema de salir corriendo o con prisas de algún sitio le preguntamos si lleva la PSP. En fin, que me voy por las ramas. Al poco de dar vueltas por el barrio vimos que había un contenedor de papel quemadísimo y con un montón de charcos al lado, es decir, los bomberos ya habían estado allí antes de que yo me despertara, y sorprendentemente, no me había despertado con las sirenas. Así que con las mismas volvimos a casa, esta vez en ascensor, que ya era seguro y nos volvimos a meter en la cama un ratito más.

A partir de ese día he procurado no alarmar a nadie en lo relativo a los fuegos y he mantenido la calma cuando he visto un coche de bomberos llegando a mi barrio, pero eso sí, la historia nos sirve para tener algo que contar y pasar un buen rato cada vez que lo recordamos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Je, yo llevo un año de infarto con lo del fuego.
Tres vecinos han quemado sartenes (con lo que apesta el aceite quemado) y hace cosa de un mes, en un colegio aledaño, alguien se dejó por la noche encendida la plancha de la cocina... ¡figúrate! Y como encima soy de pituitaria hiperactiva y tengo un olfato muy fino, puedes imaginarme esa madrugada dando vueltas por la casa, olisqueando cada habitación, por ver de dónde salía ese horrible olor a quemado... porque claro, mis cosas más importantes son mis gatos, y a esos no me los puedo llevar en un bolsillo... por fortuna no ha pasado nada grave.
LaCuarent ha dicho que…
tu no llegaste tarde fue el olor e que se coló en tu casa tarde
Buen olfato el tuyo

Un besote
Margari ha dicho que…
PUes hiciste bien, que más vale prevenir que curar... Ahora, lo de la psp no tiene precio...
Besotes!!!
Crazy Cat Nunu ha dicho que…
¡JAjajajajaja! Me parto, en serio, qué show... xD

Oye, pero mejor pecar de alarmista, jolines, que luego lamentarlo.

¡Besos!
Jose ha dicho que…
Qué bueno lo de la psp! Pues yo la lié de madrugada también con un algo parecido a un incendio. Resulta que cuando estaba de erasmus y mis dotes culinarias brillaban por su ausencia (cosa que ahora ha cambiado por suerte, jeje) estaba churrascando unas salchichas con las que pretendía dar de cenar a unos amigos y llené la cocina de humo. Abrimos la puerta para que se disipara y ¡ups! Había un detector de humo en el pasillo. Aún recuerdo las miradas de ira que nos echaron los ingleses en pijama tapados con mantas fuera del edificio, a una pareja debimos de interrumpirles cuando hacían algo importante porque si las miradas mataran...
Dresde ha dicho que…
La alarma de incendios de nuestro edificio canadiense saltó justo el otro día. Pese al ruido atronador y el acojone de que suene de repente a las 2 de la mañana, no te creas que bajamos muchos.

Y no, no pasaba nada. Se sospecha que tiene que ver con que era el primer fin de semana de septiembre con los nuevos estudiantes que se hayan mudado aquí....

En cualquier caso siempre es mejor hacer el memo un rato que quedarse quito y freirse.