Croacia - Día 3

20 de agosto de 2012

Hoy toca desplazamiento así que antes de salir de casa toca hacer las maletas. Mientras el resto se sigue duchando y arreglando bajo a probar el coche para ver cómo es eso de que sea de gasolina en lugar de diesel. No voy a negarlo, me preocupa bastante el tema. Quiero conducir pero me pone nerviosa que sea un coche de gasolina. El primer contacto con el coche es bueno. Subimos a por las maletas y cargamos el coche. Lo primero que tenemos que hacer hoy, y lo único en Dubrovnic, es cambiar dinero y comprar el pan para comer de bocadillo. Pero nada más coger el coche la cosa se complica. Con el coche lleno de gente y de bártulos el coche pesa más, así que se me cala y empiezo a ponerme nerviosa. Menos mal que por lo menos el primer tramo es cuesta abajo. Desde que salimos de casa hasta que llegamos al súper pierdo la cuenta de las veces que se ha calado así que cuando aparco decido que yo no voy a llevar más el coche en ciudad.

Cambiamos dinero y compramos el pan y después subimos por la carretera que va al aeropuerto para hacer la foto típica de todo el casco antiguo de Dubrovnic desde el mirador. Esto quiere decir que cogemos dirección contraria a la que tenemos que llevar hoy y que nos alejamos de nuestro destino. Pero ese no es el problema. El problema viene después cuando queremos coger la carretera de vuelta y nos encontramos con que está casi parada. Como mi experiencia con el coche no ha sido buena hasta el momento, es Javi quien lleva el coche aunque realmente habría sido un buen momento para soltarme: una carretera con tráfico lento y cuesta abajo.

En el mirador

Una vez que salimos del atasco la carretera no va muy mal, pero aún así tardamos un ratillo en llegar a Ston, la segunda parada del día. Preguntamos en la oficina de información turística, pero no nos termina de convencer demasiado el plan y decidimos no subir a ver la muralla y continuar el camino. Hoy nos toca pasar bastante tiempo en el coche así que preferimos seguir y pasar un ratillo en la playa después. Esta vez el camino lo hago conduciendo yo y parece que hago un poco las paces con el coche.  

Ston

Después de unas horas (ya no recuerdo cuántas) y de otro cambio de conductor llegamos a una playa para descansar y comer allí un bocata. Antes de viajar a Croacia habíamos visto que las playas eran nudistas y sabíamos que podíamos encontrarnos con ciertas cosas, así que comemos rodeados de tetillas y culos peludos. A mí es algo que me da bastante igual pero los chicos parecen estar incómodos, y no por las chicas desnudas precisamente…  


Después de comer nos damos otro mini baño y después decidimos seguir el camino hasta otra playa. En España estamos acostumbrados a otro tipo de playas. Primero porque son de arena y aquí son de piedras y segundo porque son más grandes con lo cual el agobio es menor. Aquí tienes muy pocos metros de playa propiamente dicha. Desde lejos se ve precioso todo pero desde dentro se ve masificado y pierde mucho encanto. En fin, decidimos marcharnos y dejar atrás los desnudos esculturales. 


Cuando llegamos a la otra playa, de la Tucepi, es bastante tarde pero aún así encontramos un rinconcito en el que estamos casi solos y allí nos quedamos hasta que se pone el sol. Este sitio realmente tiene algo. Es muy bonito y el hecho de que no haya mucha gente lo hace más especial. Nos damos un chapuzón con nuestras zapatillas cangrejeras y hacemos una sesión de fotos con la puesta de sol. Ana es la única que prefiere tumbarse a dormir la siesta en lugar de bañarse. Es poco acuática.


La última parte del viaje la hace Santi y la hacemos del tirón hasta Split, que es donde vamos a pasar los dos próximos días. De primeras no vemos gran cosa de Split, es una ciudad con coches, edificios y gente. Empezamos a callejear para encontrar el apartamento hasta que las calles por las que circulamos se hacen demasiado estrechas para que entre el coche. Salimos del coche y nos encontramos con que estamos en un callejón bastante oscuro entre dos edificios no muy altos. Estamos perdidos y, lo que es peor, con el coche casi encajado en la calle. Le pregunto a un chico en inglés si conoce la calle a la que vamos (aquí casi todo el mundo habla inglés) y me dice que no pero como ve que hay un teléfono al lado de la dirección decide llamar y preguntarle al dueño. Después de hablar con el chico del apartamento y recibir algunas indicaciones nos acompaña andando al sitio al que tenemos que ir. El chico con el que habíamos quedado nos sale a buscar a la calle y volvemos a subir todos por el camino peatonal hasta que llegamos al coche. Nos despedimos del primer chico y le damos las gracias por ayudarnos y nos quedamos con el del apartamento, que piensa que Santi no va a poder sacar el coche de donde lo tiene metido. No me puedo imaginar los sudores que tiene que estar pasando Santi, ya no digo para sacar el coche, sino para moverlo siquiera. Después de un rato de maniobras lo consigue (nosotros no lo dudábamos) y nos ponemos por fin rumbo a casa. 

Sacando el coche marcha atrás

Nos enseñan la casa y nos dicen por dónde podemos aparcar sin tener que pagar. Al final dejamos el coche medio tirado en una curva a un minuto andando de la casa. Bajamos las maletas y nos repartimos las habitaciones antes de salir a cenar. Los chicos de la casa nos explican cosas sobre Split y nos recomiendan que NO vayamos a la isla de Brac para ver la famosa playa del cuerno de oro porque está masificado y se pierde todo el día entre ir y venir y en Split, dicen, hay muchas cosas para ver y disfrutar. Se agradece la recomendación. También nos indican cómo llegar al centro. Estamos relativamente cerca. 

Cuando llegamos al centro nos encontramos con que hay más gente que en la guerra. El paseo marítimo está a reventar de gente con puestos de comida y regalitos. También hay una orquesta y un pequeño escenario donde se está dando un concierto. ¡Me encantan las vacaciones para descansar y desconectar donde la soledad y el relax hacen acto de presencia! Encontramos una pequeña plaza medieval con mucho encanto –y mucha gente- y de ahí continuamos callejeando dejando atrás el mar y la gente. Estamos buscando un sitio para cenar y encontramos, de casualidad, un portal que parece que lleva a un restaurante. Atravesamos el portal, que es bastante largo, y subimos un piso por las escaleras como si fuéramos a cenar en casa de una vecina del barrio. Al final llegamos a un restaurante con muy buena pinta. Obviamente no vamos vestidos para la ocasión pero ese no es motivo para que no disfrutemos de la cena. El restaurante se llama Apetit y está recomendado por Trip Advisor, que ha sido nuestro guía culinario en este viaje. Ni que decir tiene que cenamos muy bien. 

Cenita Trip Advisor

Después de cenar vamos a casa dando otro paseo. Con menos gente la ciudad tiene más encanto. Hemos visto poco de Split, pero nos ha gustado mucho. Mañana veremos más porque vamos a hacer caso de la recomendación y no vamos a ir a la isla de Brac. Nos apetece perdernos por aquí y olvidarnos un poco del coche y de los trayectos largos. Vamos a disfrutar lo que tenemos más a mano.  
Llegamos a casa y tardamos poco en acostarnos. Estamos todos bastante cansados y mañana tenemos un día largo por delante también. 

Todas las fotos menos las del coche marcha atrás son de Santi.

Comentarios

la emperatriz de lavapiés ha dicho que…
Las fotos le dan un plus al relato :)
se me hace raro ver imágenes del verano, ¡qué lejos queda!
Narayani ha dicho que…
Ya, es que he tardado un poco en subir las fotos...
Sí, queda un poco lejos pero ahora me apetece más hacerlo que nada más llegar porque lo voy recordando :)

Gracias por tu comentario ;-)

Un beso!
Margari ha dicho que…
Envidia sanita que me das con estas entradas!
Besotes!!!
LaCuarent ha dicho que…
Ya te dije en la anterior entrada la envidia que me das y ahora lo repito, me he puesto así como tirando a verdosa :))

Estupendas esas fotos de momentos congelados ya en nuestra memoria y en un montón de pixeles

Un besote
Narayani ha dicho que…
Siento daros envidia chicas! Aunque he de reconocer que me lo pasé muy bien, y no es por poneros los dientes largos ;-)

Besitos!