El caso es que quizás no merezca la pena tanto esfuerzo pero
ya que se nos ha metido entre ceja y ceja no nos vamos a echar para atrás.
Vamos a ir a por todas.
Cuando entré en la empresa para la que trabajo hace casi
cuatro años había un cactus pequeñito en una maceta bastante grande. El cactus
era del antiguo director de cuentas y cuando se marchó le dijo a Gonzalo que se
lo regalaba. Desde entonces el cactus ha sido de Gon y en estos cuatros años ha crecido bastante.
Hace unos meses vimos que
el cactus no estaba bien. Yo empecé a preocuparme por su salud y digamos que lo
adopté. Ahora Gon y yo somos su papá y su mamá.
El problema principal del cactus, al que hemos llamado
Pinchín por motivos obvios, es que tiene un cuerpo ancho, un cuello estrecho y
una cabeza gorda. Resultado: a Pinchín le pesa mucho la cabeza y se dobla por
el cuello. No queda bonito.
Un día que le vi muy malito lo bajé a la floristería-tienda-de-regalos
que hay en el barrio en el que trabajamos y le pedí opinión al dueño. El chico, muy
dispuesto él, lo trasplantó a una maceta más grande utilizando su tierra y su
agua y le puso un tutor (palito largo para que se pueda apoyar Pinchín y no se
venza para el otro lado) aunque dijo que era la primera vez que veía a un
cactus con un tutor y que le parecía raro. No me cobró nada y sólo me pidió que
me acordara de su tienda cuando fuera a comprar algún regalo alguna vez. Por
ahora no he ido, pero yo mis deudas las pago siempre así que en algún momento
de mi vida iré.
En fin, que me disperso. Desde ese día Gon y yo hemos estado
atentos a Pinchín y aunque parecía que al principio no iba mal del todo nos
hemos dado cuenta de que le faltaba algo. No está bien. No se sujeta solo.
Ayer por la tarde, que me cancelaron la clase de aerobic, me
fui a La Vaguada y compré tierra para rellenarlo y hoy, en nuestra hora de
comida, hemos operado a Pinchín. Para empezar hemos quitado otro cactus que
había en la maceta y que estaba muerto y seco desde hacía mucho tiempo y que
creemos que le estaba perjudicando; después hemos colocado a Pinchín todo lo
recto que hemos podido; más tarde hemos echado la tierra para rellenar todos
los huecos; y por último lo hemos regado.
Creemos que esta vez la cosa va a funcionar, pero ya le ha
dicho antes Gon: “Pinchín, pon tú algo de tu parte también, ¡que todo lo
estamos haciendo nosotros!” Creo que después de la charla y de su nueva
colocación en la maceta va a mejorar. Esperamos que en breve se sujete por él
mismo.
Tengo un sospechoso pinchazo
en el dedo corazón desde que he quitado el cactus pequeño esta mañana.
Creo que tengo una espina clavada. No la veo y solo la noto cuando doblo el
dedo. ¡¡Me cago en todo!!
Comentarios
Besotes♥
Carlos
Espero que Pinchín salga adelante, ya nos contarás!!
¡Besines!
Carlos, sí, sí, muy tierno... Todavía me pincha. Buaaaahhh. Por cierto, este finde te llamo porque voy a estar el lunes por Barcelona. A ver si nos vemos...
Lady Boheme, gracias! Yo también espero que mejore y salga adelante :-)
Besos!
Ya nos contaras cómo evoluciona. Por de pronto, recomiendo ejercicios de cervicales. No para vosotros, sino para Pinchín, que tiene que fortalecer el cuello ;)
La espinita, como todo lo malo de esta vida, dejará de doler en un par de días más ;)
Besotes!
mmchuiks!
Anita, sí, está muy mimado. El nombre lo eligió Gon que para algo era suyo :-)
Besos a las dos!
Me alegro que Pinchin vaya mejor..
me encanta el nombreee!
Besos
Anita