No hace falta ser un lince para darse cuenta de que estos
últimos meses el blog ha estado un poquito abandonado. El viaje a Croacia se me
ha atragantado un poco y el hecho de no terminarlo hace que no quiera seguir
escribiendo, pero es absurdo pensar así, así que seguiré escribiendo y cuando
tenga tiempo y ganas haré la crónica del viaje. La terminaré seguro, lo
prometo.
En solo unos meses he llenado una fila de destinos nuevos. Croacia
y Venecia que fueron los destinos de este verano. La postal de Croacia no es la
más bonita pero ya no puedo hacer nada para cambiarla. Tendré que vivir el
resto de mi vida con ella, ¡qué le vamos a hacer! La de Venecia sin embargo me
encanta, me da tranquilidad (una tranquilidad que no sentí allí en ningún
momento, todo sea dicho de paso, aunque eso ya lo contaré cuando llegue la
crónica del viaje a Venecia) La
siguiente que he traído ha sido la de Londres, en blanco y negro y con un autobús
rojo. Me gusta mucho también. La última la he pegado hace solo unos días y es
de Segovia, en color sepia. He de decir que hacía mucho que no iba a Segovia y
que me gustó mucho. No me acordaba de casi nada de la ciudad. Comimos
cochinillo y sopa castellana y paseamos por las calles y plazas bajo un sol de
invierno, mientras en Madrid la gente no veía nada de la niebla que había. ¡Genial!
Sin embargo no vengo a hablar sólo de los destinos pasados,
sino también de los futuros. Cuando ves en las noticias que hay mucha gente
saliendo a trabajar al extranjero no piensas que tú vayas a convertirte en otro
número más para las estadísticas, pero ¡ay, amigos! eso no se puede asegurar
nunca y yo el mes que viene cogeré un avión rumbo a Chile para pasar un año
allí y convertirme en una española más que tiene que salir del país para poder
trabajar. Allí hay trabajo y se pueden hacer cosas pero aquí… Aquí la cosa está
muy complicada. Trabajo llevo porque me voy con mi empresa así que no tendré que buscarlo allí y empezar de
cero, pero por lo demás todo será nuevo para mí: la independencia, la ciudad,
los paisajes, la gente, las costumbres. Todo. Me da pena irme, pero también
pienso que va a ser una experiencia enriquecedora tanto a nivel personal como
profesional que no quiero, ni puedo, desaprovechar. Estaré sola, pero estoy
segura de que conoceré gente allí, otros españoles que están como yo,
expatriados y con ganas de hacer cosas y conocer gente. Creo que puede ser un
gran año.
En cuanto al blog, creo que le va a venir bien este cambio
en mi vida para renacer de sus cenizas. Tendré un montón de cosas nuevas para
contaros y, en principio, también tiempo para contarlo.
Así que nada, en un año más o menos voy a tener que cambiar de sitio y conseguir una pared más grande porque la que tengo ahora se me va a quedar pequeña. Cada postal que tengo es un recuerdo distinto y pienso volver de Chile con la maleta de llena de postales.
Así que nada, en un año más o menos voy a tener que cambiar de sitio y conseguir una pared más grande porque la que tengo ahora se me va a quedar pequeña. Cada postal que tengo es un recuerdo distinto y pienso volver de Chile con la maleta de llena de postales.
Comentarios
¡Un beso!
Besos!
¡seguiré tus aventuras!
Besitos!!
¡Un abrazo!
Besotes!!!